Por fin, según el cable, la semana pasada la Tortuga llegó a la meta.
En rueda de prensa declaró modestamente que siempre temió perder, pues su contrincante le pisó todo el tiempo los talones.
En efecto, una diezmiltrillonésima de segundo después, como una flecha y maldiciendo a Zenón de Elea, llegó Aquiles.
En rueda de prensa declaró modestamente que siempre temió perder, pues su contrincante le pisó todo el tiempo los talones.
En efecto, una diezmiltrillonésima de segundo después, como una flecha y maldiciendo a Zenón de Elea, llegó Aquiles.
La oveja negra y demás fábulas (1969)
Augusto Monterroso
Pamplinas, Alejandro habría partido por la mitad a la tortuga.
ResponderEliminarCon total seguridad nada escapa a la espada de Alejandro.Nudos o países. El discípulo de Aristóteles no se anda con "pamplinas".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo LuchinG