Robinson Crusoe. Ilustración de N. C. Wyeth.
El mar o la tierra. La desierta isla o el Londres populoso. Escuchar mi voz o la distinta voz de Viernes. Haberme quedado en la casa de York, con mis padres, o esta insensata aventura. Los años de soledad aquí o un minuto, uno solo, de amor compartido allá. En este momento en que los hombres se acercan para rescatarme, tiemblo, tengo miedo y no sé nada.
Viajeros (1999)
Pablo Montoya
Que escuche a su corazón.
ResponderEliminarEs un excelente consejo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo Julio Alcalá Neches