Paolo Ameli. Amalfi (Italia).
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Mira como la nube
hace y deshace su figura,
como se estira, se encoge,
se desdobla;
qué fugitiva es a la mano
aquí y allá,
después, antes, ahora,
sin radios, sin diámetro,
sin centro,
siendo lo que no es en lo que es
acoge cualquier forma.
El libro de los pájaros (1999)
Clara Janés
Preciosa descripción, para mi las nubes son las instigadoras de los sueños diurnos.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Las nubes son fugitivas y efímeras. He ahí uno de sus encantos. No podemos olvidar que son mensajeras de los dioses.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga Ana