jueves, 14 de febrero de 2008

Los viajes de Gulliver

PART III:
A VOYAGE TO LAPUTA, BALNIBARBI, LUGGNAGG, GLUBBDUBDRIB, AND JAPAN
CHAPTER I
I walked a while among the Rocks, the Sky was perfectly clear, and the Sun so hot, that I was forced to turn my Face from it: When all of a Sudden it became obscured, as I thought, in a Manner very different from what happens by the Interposition of a Cloud. I turned back, and perceived a vast Opake Body between me and the Sun, moving forwards towards the Island: It seemed to be about two Miles high, and hid the Sun six or seven Minutes, but I did not observe the Air to be much colder, or the Sky more darkned, than if I had stood under the shade of a Mountain. As it approached nearer over the Place where I was, it appeared to be a firm Substance, the Bottom flat, smooth, and shining very bright from the Reflexion of the Sea below. I stood upon a Height about two Hundred Yards from the Shoar, and saw this vast Body descending almost to a Parallel with me, at less than an English Mile Distance. I took out my Pocket-Perspective, and could plainly discover Numbers of People moving up and down the Sides of it, which appeared to be sloping, but what those People were doing, I was not able to distinguish.

The natural Love of Life gave me some inward Motions of Joy; and I was ready to entertain a Hope, that this Adventure might some Way or other help to deliver me from the desolate Place and Condition I was in. But, at the same Time, the Reader can hardly conceive my Astonishment, to behold an Island in the Air, inhabited by Men, who were able (as it should seem) to raise or sink, or put it into a progressive Motion, as they pleased. But not being, at that Time, in a Disposition to philosophise upon this Phaenomenon, I rather chose to observe what Course the Island would take; because it seemed for a while to stand still. Yet, soon after it advanced nearer; and I could see the Sides of it, encompassed with several Gradations of Galleries and Stairs, at certain Intervals, to descend from one to the other. In the lowest Gallery, I beheld some People fishing with long Angling Rods, and others looking on. I waved my Cap, (for my Hat was long since worn out,) and my Handkerchief towards the Island; and upon its nearer approach, I called and shouted with the utmost Strength of my Voice; and then looking circumspectly, I beheld a Crowd gather to that Side which was most in my View. I found by their pointing towards me and to each other, that they plainly discovered me, although they made no Return to my Shouting. But I could see four or five Men running in great Haste up the Stairs to the top of the Island, who then disappeared. I happened rightly to conjecture, that these were sent for Orders to some Person in Authority upon this Occasion.

Tercera parte
Un viaje a Laputa, Balnibarbi, Luggnagg, Glubbdubdrib y el Japón.
Capítulo I
Paseé un rato entre las rocas; el cielo estaba raso completamente, y el sol quemaba de tal modo, que me hizo desviar la cara de sus rayos; cuando, de repente, se hizo una obscuridad, muy distinta, según me pareció, de la que se produce por la interposición de una nube. Me volví y percibí un vasto cuerpo opaco entre el sol y yo, que se movía avanzando hacia la isla. Juzgué que estaría a unas dos millas de altura, y ocultó el sol por seis o siete minutos; pero, al modo que si me encontrase a la sombra de una montaña. no noté que el aire fuese mucho más frío ni el cielo estuviese más obscuro. Conforme se acercaba al sitio en que estaba yo, me fue pareciendo un cuerpo sólido, de fondo plano, liso y que brillaba con gran intensidad al reflejarse el mar en él. Yo me hallaba de pie en una altura separada unas doscientas yardas de la costa, y vi que este vasto cuerpo descendía casi hasta ponerse en la misma línea horizontal que yo, a menos de una milla inglesa de distancia. Saqué mi anteojo de bolsillo y pude claramente divisar multitud de gentes subiendo y bajando por los bordes, que parecían estar en declive; pero lo que hicieran aquellas gentes no podía distinguirlo.

El natural cariño a la vida despertó en mi interior algunos movimientos de alegría, y me veía pronto a acariciar la esperanza de que aquel suceso viniese de algún modo en mi ayuda para librarme del lugar desolado y la triste situación en que me hallaba. Pero, al mismo tiempo, difícilmente podrá concebir el lector mi asombro al contemplar una isla en el aire, habitada por hombres que podían -por lo que aparentaba- hacerla subir o bajar, o ponerse en movimiehto progresivo, a medida de su deseo. Pero, poco en disposición entonces de darme a filosofías sobre este fenómeno, preferí más bien observar qué ruta tomaba la isla, que parecía llevar quieta un rato. Al poco tiempo se acercó más, y pude distinguir los lados de ella circundados de varias series de galerías y escaleras, con determinados intervalos, como para bajar de unas a otras. En la galería inferior advertí que había algunas personas pescando con caña y otras mirando. Agité la gorra -el sombrero se me había roto hacía mucho tiempo- y el pañuelo hacia la isla; cuando se hubo acercado más aún, llamé y grité con toda la fuerza de mis pulmones, y entonces vi, mirando atentamente, que se reunía gentío en aquel lado que estaba enfrente de mí. Por el modo en que me señalaban y en que me indicaban unos a otros conocí que me percibían claramente, aunque no daban respuesta ninguna a mis voces. Después pude ver que cuatro o cinco hombres corrían apresuradamente escaleras arriba, a la parte superior de la isla, y desaparecían luego. Supuse inmediatamente que iban a recibir órdenes de alguna persona con autoridad para proceder en el caso.

Los viajes de Gulliver
Jonathan Swift

1 comentario:

Higinio dijo...

Además de Los viajes de Gulliver,Swift también escribió aforismos.
No me resisto a mostrar algunos:

" El soldado es alguien contratado para matar a sangre fría al mayor número posible de miembros de su especie que nunca le han causado ningún daño".

" La mayoría de los pasatiempos de hombres, niños y otros animales imitan la lucha".