martes, 2 de febrero de 2010

«Y conciben potros sin ayuda alguna de semental»

 

The Greek Myths
1. The Pelasgian Creation Myth
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«Now, the North Wind, who is also called Boreas, fertilizes; which is why mares often turn their hind-quarters to the wind and breed foals without aid of a stallion. So Eurynome Was likewise got with Child».
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Los mitos griegos
1. El mito pelasgo de la creación
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«Este viento del norte, también llamado Bóreas, fertiliza por eso las yeguas que con frecuencia tornan sus cuartos traseros al viento y conciben potros sin ayuda alguna de semental. Fue así como Eurínome quedó encinta».
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Los mitos griegos
(trad. Esther Gómez Parro)

(«El hipomanes», Antonio Martín Ortiz)
 Robert Graves

8 comentarios:

elena clásica dijo...

Qué hermoso fragmento que expresa la poesía del viento personificado y de la pasión humanizada de las yeguas en amoroso trance...
La pasión y el amor que sienten las yeguas, a mi modo de ver, crean uno de los episodios más hermosos de la mitología clásica.
El maestro Antonio Martín Ortiz dedicó una prodigiosa explicación sobre el mágico "hipomanes", que producen las yeguas llevadas de por su deseo.
Extraordinario episodio.
Besazos.

Ar Lor dijo...

Gracias por el comentario, Elena. Soy un lego en la materia y desconocía lo que segregan las vulvas de la yeguas en el paroxismo amoroso. He acudido a la entrada de Antonio Martín Ortiz, y la he citado ¡fabulosa!
Un saludo

Gavilán dijo...

Muy hermosa y gráfica, Ar Lor. Voy y encender un pipa y a tomar un trago en tu honor.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Ar Lor,

Sorprendido y agasajado por la alusión que haces de mí en el blog de Elena Clásica, alusión elogiosa que te agradezco, aunque no estoy seguro de merecerla, me he trasladado a tu blogm el Ítaka, -mañana lo haré a los otros dos- y he podido comprobar que este espacio tuyo es como una caja mágica en la que nos guardas los mejores pensamientos y los mejores poemas: perlas todos como las perlas de ámbar que, al decir de Ovidio en Las Metamorfosis (Las Helíades), son las lágrimas de las hermanas de Faetón, las hijas del Sol, caídas por la muerte fulminante de su hermano, y transportadas por el río Erídano hasta el mar, que las devuelve en forma de ámbar.

Pues eso es este blog tuyo, encabezado por ese pensamiento profundo de Kavafis de que lo importante no es llegar, sino el camino, el andar.

Dices en tu comentario que poco quedará por decir cuando hable yo por segunda vez. El que ahora lo tiene difícil soy yo, por mucho que tú me atribuyas lo de Roma locuta, cuasa finita. En efecto, después de leer tu bien confeccionado comentario, poco es lo que yo puedo añadir, aunque, como le prometí a Elena, en su momento llegará mi segundo comentario que no aspirará a superar al tuyo, ni mucho menos, sino que lo que pretenderá es demostrar una vez más que la inspiración de nuestra común amiga Elena es inagotable y grande en todos los aspectos.

Gracias y muchas gracias a Elena por haberte indicado que yo había tratado la leyenda de que las yeguas quedaban preñadas por el viento, y muchas gracias a ti, por haber puesto el enlace correspondiente en tu reciente Entrada.

Creo que ahora tengo tres lugares más donde trasladarme, para disfrutar y aprender. Son tus tres blogs. Todo a su debido tiempo.

Recibe un gran abrazo, tú, amigo Ar Lor, y, tú, querida Elena, pues eso, un abrazo también, pero con beso incluido.

Antonio

Ar Lor dijo...

Gracias Gavilán. Que el alcohol y el humo, fertilicen tu imaginación, como el Bóreas, lo hace con las yeguas.

Ar Lor dijo...

Querido amigo Antonio:
Gracias por la consideración que has tenido para con mi comentario.
Te conocí a través de los blogs de Elena, Elenaclásica (por ponerla primera), y de su hermana Carmen Pascual, Carmensabes. Ambos blogs, sustituyen con soltura a las musas.
Navegando entre tus páginas, me sentí a gusto, en un mundo sabio y confortable. Apercibí la precisión de tu lenguaje y la manera delicada con la que coges de la mano, al ignorante, como yo, y le llevas a descubrir el mundo clásico. ¿Y que decir de tus cordiales y alentadores comentarios! En fin. Que me alegro enormemente de poder charlar por escrito, tanto contigo, como con Carmen y Elena o Elena y Carmen (esto lo he aprendido de ti).
Un efusivo abrazo, querido amigo Antonio.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Ar Lor,

Muy gratificante tu comentario. Tenes que saber que el placer también es mío, el de haberte conocido. A partir de ahora te seguiré fielmente por tus espacios y ya te comentaré.

Tienes razón en todo lo que dices de las hermanas Pascual: : son dos mujeres de excepción y todo lo bueno que se diga de ellas es poco.

Te envío un abrazo de amigo,

Antonio

elena clásica dijo...

Querido Ar Lor:
Me siento sin palabras para agradecerte tu espléndido comentario, tan detallado y generoso, lo leo y lo releo pues me iluminas con tu magia. De corazón, muchas gracias por todas tus palabras.
Besazos.