Declamación contra las modas escandalosas de las mujeres
En carta de Teófilo a Paulina
En carta de Teófilo a Paulina
Teatro crítico universal18. Cometió Frine, Dama hermosísima de Atenas, que floreció cerca de los tiempos del grande Alejandro, un delito que merecía pena capital; y siendo acusada ante los Jueces del Areópago, compareció a ser juzgada en aquel severo Tribunal. Hizo oficio de Abogado suyo Hipérides, Orador famoso de aquella edad, el cual jugó con exquisito primor todas las piezas de la Retórica, para lograr la absolución de Frine. Mas como el hecho fuese constante, y el delito gravísimo (algunos capitulan de impiedad), todos los Jueces permanecieron inexorables, mostrando el ceño del rostro la severidad del dictamen. Advertido esto por Hipérides, que era no menos sagaz que facundo, cuando ya veía inútil toda su elocuencia, apeló a otra elocuencia más eficaz. Acercóse intrépido a la bella acusada, y rasgando prontamente la parte anterior de su vestido desde el cuello a la cintura, puso patentes aquellos escándalos de nieve a los ojos de todo el concurso. No como si vieran la cabeza de Medusa, se convirtieron aquellos Senadores de hombres en estatuas; antes de la rigidez de estatuas pasaron a la sensibilidad de hombres. Viéronse al punto mudados sus semblantes, porque se mudaron sus ánimos; y los ojos, en cuya aireada majestad se veía poco antes escrita con anticipación la sentencia de muerte, o ya lascivos, o ya piadosos, dieron a leer la absolución. En fin, llegado a prestar los sufragios, todos los votos salieron a favor de Frine. Aunque tan delincuente como había entrado, salió absuelta como inocente; y los Jueces, que habían entrado inocentes, todos salieron culpados.
Tomo segundo. Discurso sexto
Benito Jerónimo Feijoo
1 comentario:
Está claro por qué la absolvieron, los jueces tenían ante sí la belleza desnuda; y para los griegos la belleza es la verdad, luego estaban contemplando la verdad, eso sí,nívea, un "escándalo de nieve".
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