lunes, 7 de abril de 2008

Las uvas de la ira


"-Tengo que ir al Oeste.Tengo que ir. Me gustaría saber si puedo ir con ustedes.
Y se quedó silencioso, como avergonzado de sus palabras.
La madre esperó a que Tom hablase, porque era un hombre, pero Tom no habló. Le dejó la oportunidad que era su derecho, y entonces dijo:
-Será para nosotros un orgullo que nos acompañe. Claro que no le puedo decir que sí inmediatamente. Pa dice que esta noche se reunirán todos los hombres y decidirán cuándo partir. Quizá sea mejor que no digamos nada hasta que lleguen todos los hombres. John y Pa y Noah y Tom y Grandpa y Al y Connie van a decidirlo en cuanto regresen. Pero si hay sitio,estoy absolutamente segura de que estremos orgulloses de que nos acompañe.
El pastor suspiró y dijo:
-Iré de todos modos. Algo está sucediendo. Fue allá arriba y miré alrededor.Todas las casas están vacias, y la tierra está vacía, y todo el campo está vacío. Yo no puedo quedarme aquí. Tengo que ir adonde van los demás. Trabajaré en los campos, y quizás entonces sea feliz."

John Steinbeck
Las uvas de la ira

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