miércoles, 4 de septiembre de 2024

El elogio de la sombra

Junichiro Tanizaki. El elogio de la sombra.

¿Cuál puede ser el origen de una diferencia tan radical en los gustos? Mirándolo bien, como los orientales intentamos adaptarnos a los límites que nos son impuestos, siempre nos hemos conformado con nuestra condición presente; no experimentamos, por lo tanto, ninguna repulsión hacia lo oscuro; nos resignamos a ello como a algo inevitable: que la luz es pobre, ¡pues que lo sea!, es más, nos hundimos con deleite en las tinieblas y les encontramos una belleza muy particular.
En cambio los occidentales, siempre al acecho del progreso, se agitan sin cesar persiguiendo una condición mejor a la actual. Buscan siempre más claridad y se las han arreglado para pasar de la vela a la lámpara de petróleo, del petróleo a la luz de gas, del gas a la luz eléctrica, hasta acabar con el menor resquicio, con el último refugio de la sombra.

Traducción del francés de Julia Escobar

El elogio de la sombra (1933)
Junichiro Tanizaki 

viernes, 30 de agosto de 2024

Iglesias cerradas

Dandolo Bellini. Siena, basílica de San Domenico (Santo Domingo).

Iglesias cerradas
Como casas cuyos propietarios se han marchado
Sin decir por cuanto tiempo,
Y sin dejar dirección.
Alrededor de la ciudad,
Dan vueltas tranvías y bicicletas,
Bocinas, reclamos, 
Los habitantes apresurados
Venden y compran, venden y compran, 
Comen de pie,
Y, de vez en cuando, cansados,
Se sientan a tomar café
En una terraza
Próxima a una catedral del siglo XI,
A la que miran sin ver,
Puesto que hablan por teléfono
Y no preguntan
Quién es aquel que ha vivido
Alguna vez en
Una casa tan grande.

Traducción de Viorica Patea y Antonio Colinas

Mi Patria A4 (2010)
Ana Blandiana 

jueves, 29 de agosto de 2024

Cuarto de hotel

Cristóbal Toral. Habitación con chimenea.

Alquiló unos metros de soledad en un hotel
quemó sus credenciales
miró las paredes con desgano
y se detuvo en una vieja lámina enmarcada

un molino, un río, un bosquecito
una mujer cortando algunas flores
una casa y un camino que se pierde.

El encargado llamó a la puerta
y, luego, llamó a la policía.
No encontraron a nadie.
Todo estaba en orden´
La causa se archivó.

Hay un cuarto de hotel
con una vieja lámina enmarcada
un molino, un río, un bosquecito
una mujer cortando algunas flores
una casa y un camino por donde viene un
hombre.

De lluvias y profecías (2000)
Raúl Remigio Vargas

lunes, 26 de agosto de 2024

Vida Ávida

Ángel Guinda. Vida Ávida.

Hacia una poética

No siempre la claridad viene del cielo.
Oye sólo tu música cuando cantes,
por oscura que sea y espinosa.
Que la luz te ensordezca,
que no te ciegue el ruido;
y tu obra sea más que tu vida,
porque te contramuera.


El almendro amargo

Nada de cuanto encontré había perdido.

No encontraré nada de lo que perdí.

Vida Ávida (1980-!990)
Ángel Guinda 

Distinto

Juan Ramón Jiménez. Una colina meridiana.

Lo querían matar
los iguales,
porque era distinto.

Si veis un pájaro distinto,
tiradlo;
si veis un monte distinto,
caedlo;
si veis un camino distinto,
cortadlo;
si veis una rosa distinta,
deshojadla;
si veis un río distinto,
cegadlo...
si veis un hombre distinto,
matadlo.

¿Y el sol y la luna
dando en lo distinto?

Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir
distinto
de lo distinto;
lo que seas, que eres
distinto
(monte, camino, rosa, río, pájaro, hombre):
si te descubren los iguales,
huye a mí,
ven a mi ser, mi frente, mi corazón distinto.

Una colina meridiana (1942-1950)
Juan Ramón Jiménez 

jueves, 22 de agosto de 2024

La página blanca

Ma Yuan. Caminando en la primavera.

Con el índice diestro en los labios
y en la izquierda caída la frente,
miro fijo, y ansioso interrogo
                  la página blanca.

El pincel miro allí, aquella punta
donde queda agrupada la tinta.
Las ideas se duermen... No vibran
                 las fibras creadoras.

Corro al campo, los prados, los valles,
las soberbias pendientes que alumbra
con sus rayos el sol, y la hierba
                  mi mano acaricia.

El verdor de los bosques contemplo,
el turquí de los montes, la nieve
que los rayos del sol empurpuran 
                 con rojo destello,

y formar en el cielo figuras
y fantasmas las nubes... Doy vueltas...
y me sigue el reír de los cuervos,
                  fatídico y triste.

Y doy vueltas... y empuña la mano,
ya cansada, el pincel, y se posa
en la página blanca... Medito...
                  y blanca se queda.

Traducción de J. Bué Ventura

La página blanca
Cié-Tsí              

Cantos de viaje

Robert Louis Stevenson. Cantos de viaje.

Acampar

La cama estaba hecha, la habitación dispuesta,
cada amanecer puntualmente alumbraban las estrellas;
el aire estaba en calma, el aire corría,
ni mujer ni hombre precisaban nada.
Entonces nos levantamos, mi asno y yo,
y nos lanzamos por las verdes rutas de Dios.


Traducción: Txaro Santoro y José María Álvarez

Cantos de viaje
Robert Louis Stevenson
 

sábado, 17 de agosto de 2024

Museo del aire

Rafael Guillén. Los dominios del cóndor.

Toma en sus manos el cincel y, solo,
de poder a poder, se enfrenta 
con la piedra.
                          Y la va desbastando,
y mete en puntos una idea,
da solidez a un pensamiento.

Mas, a medida que perfila el rictus
de los labios, el pliegue
o la arruga del manto, va esculpiendo
también el aire que rodea
la naciente escultura, 
va modelando lo incorpóreo, el hueco
reflejo de las mismas formas.

Esos huecos son los que busco, ese 
Moisés, esa Piedad, que andan vagando
por no sé dónde y que quisiera
poder un día contemplar.

¡Qué museo del aire! ¡Qué esplendente
galería de estatuas
magistrales, sin las imperfecciones
de la materia, sólo el alma
intangible, el espíritu
de cada obra!

Los dominios del cóndor (2004)
Rafael Guillén

Ideas líricas

Daniel Vázquez Díaz. Retrato de Juan Ramón Jiménez.

35

Una fama serena, recogida, sin explosión y sin pasiones que surgiera de una estancia o de un jardín de trabajo cotidiano y espiritual, un nombre puro, que sólo se aumentará con la muerte. La visita de unas pocas almas elegidas, nobles, exactas, sin envidia y sin celos. Y todo esto en un ambiente claro y fragante, directo, limpio, sin suntuosidad, sin vicios. Salidas a lo necesario, pero íntimas, estelares, música y mujer, museo y teatro, jardín y campo. Buen sueño, mañana limpia, mediodía silencioso, tarde inquieta. ¡Ay, Vida! ¡Vida!
1907

Ideas líricas
Juan Ramón Jiménez 

martes, 13 de agosto de 2024

Poema de la gente importante

Juan Bernier. Una voz cualquiera.

Cuando vinieron los ingenieros al cortijo eran gente importante.
Cuando nos citaron porque venía el inspector, eran gente importante.
Cuando el ministro, negra curiana, vino con sus lentes de oro, eran gente importante.
Cuando el periódico en grandes letras anunció que el Jefe del Estado venía, eran gente importante.
Nos afeitábamos, nos lavábamos y usábamos de los trajes oscuros.
Lo mismo que en la misa que el obispo ofició.
Sí. Nos vestíamos con el más oscuro de nuestros trajes,
usábamos de la colonia y de los «Chéster» y éramos gente importante.
Pero cuando queríamos vivir, nos desnudábamos e íbamos al río,
nos poníamos los pantalones rotos y la camisa vieja
e íbamos a los pinos, gateando entre las rocas.
Cuando queríamos vivir, con nuestro gastado pijama quedábamos en casa,
con nuestros libros, nuestro café, nuestra soledad.

Y cuando queríamos gozar, nos desnudábamos enteramente
y fundíamos nuestros besos, nuestra carne y nuestro sexo,
sin ser hombres importantes, hasta que un día
nos vestían enteramente con el más oscuro de nuestros trajes,
nos enfundaban entre madera pintada de negro, 
y éramos otra vez hombres, hombres importantes,
entre una comitiva de hombres importantes.

Una voz cualquiera (1959)
Juan Bernier

Sátiras y aforismos

Jonathan Swift. Sátiras y aforismos.

6
No hay nada tan extravagante e irracional que no haya sido considerado verdadero por algún filósofo.

13
No recuerdo si los buenos consejos son una de las cosas perdidas que, según dice Ariosto, se hallan en la Luna; allí es donde deben encontrarse tanto ellos como el tiempo.

35
Nadie debe avergonzarse de reconocer que estaba equivocado, puesto que al hacerlo demuestra ser hoy más prudente que ayer.

43
Podemos admitir que el gusto de las naciones no es siempre el mismo, pero nos sentimos inclinados a creer que el buen gusto es idéntico en todas partes donde haya personas de ingenio, buen juicio y erudición.

Traduccíón de José Luis Gil Aristu

Sátiras y aforismos
Jonathan Swift (1667-1745)

domingo, 11 de agosto de 2024

Guillevic. Arte poética

Eugéne Guillevic. Arte poética.

No pido más que quedarme
En este lugar en el que me encuentro.

Intento poseerlo

En su todo y sus detalles
Hasta confundirme con él

O, mejor, confundirlo conmigo.

Traducción de Pilar González España

Guillevic. Arte poética.
Eugéne Guillevic 

miércoles, 7 de agosto de 2024

Piedras

Anahí Mallol. Piedras.

la materia

no la piedra grande
colosal
que las personas viajan para ver en su esplendor
ni siquiera la piedra llamativa
por lisa o colorida por rara
o por parecerse a algo más
que un nene recoge en una playa
en el borde inexacto entre arena y agua
sino la piedra
perdida entre la hierba
piedra que nadie ve
que no tiene casi ni color
me gustaría ser
ahí medio enterrada
viendo pasar los caracoles en su raro apareamiento
los bichos bolita las hormigas
su rara persistencia que no ceja
los hongos creciendo alrededor en otoño
los bichos de luz que se ocultan entre la humedad del rocío
piedra y pasto en el verano
u oyendo el rumor el griterío
de ranas y cigarras y grillos
cada vez más profunda en el seno de la tierra
esa piedra quiero ser
ésa que es también un ser viviente.

Piedras (2018)
Anahí Mallol 

lunes, 5 de agosto de 2024

Sobre la índole del hombre

Erick Sylvester. Sobre la índole del hombre.

Ninguna palabra que se haya pronunciado, jamás ha sido tan útil como las muchas palabras que se callaron. 
Callar en el momento oportuno es prudente y vale más que todo discurso. Ésta es, a mi parecer, una de las razones por la que la gente de los tiempos primitivos introdujo los misterios: por medio de éstos debíamos acostumbrarnos a callar en el momento oportuno, y aprender a temer a los dioses por respeto de los secretos humanos que nos han sido confiados.
De los hombres aprendemos a hablar; a callar, sólo de los dioses.

Plutarco: De la locuacidad
(Griego, siglos I a II d. C.)


Dos clases de hombres se esfuerzan en vano: quienes amontonan dinero sin gastarlo, y quienes adquieren saber sin aplicarlo.
El dinero existe para las comodidades de la vida, y no la vida para la acumulación de dinero. Pregunté a un sabio: «¿Quién es feliz y quién desdichado?», y me contestó: «Es feliz el que consume y adquiere, y desdichado el que escatima y muere».

Muslih ed din Saadi: La rosalera
(Persa, siglo XIII d. C.)

Traducción de Alfredo Cahn

Sobre la índole del hombre
Erick Sylvester 

El cautivo

Julio Martínez Mesanza. Foto: José del Río Mons.

Dioses bajo la luz celeste y pura
luchan en la cubierta de la nave.
Escucho sólo el ruido de las armas
mientras intento ver desde lo oscuro.
Sólo el eco merece mi ceguera
e imagino el combate que no vivo.

Europa (1983)
Julio Martínez Mesanza

martes, 30 de julio de 2024

En ascuas

Manuel Feria. En ascuas.

Nacer es asomarse a un abismo.

A veces, la memoria parece encontrar un especial deleite en recordarnos aquello que no sucedió.

Para salvaguardar el delicado equilibrio cósmico, las sombras se desplazan a la velocidad de la luz.

Vive en el anverso de las cosas vigilando el reverso.

Vivo en ascuas por saber si soy prueba o error.

Que ninguna religión te robe tu cuerpo ni ninguna ideología tu cerebro.

Aprende a pensar, que todo lo que te enseñan ya se sabía.

En ascuas (2017)
Manuel Feria

Mi Patria A4

Katarina Ali. La destrucción de Jericó.

Peldaños

Jericó, Sumeria,
Ur, Uruk, Ugarit,
Babilonia, Tiro, Sidón,
Menfis, Tebas, Cnosos,
Atenas, Cartagena, Roma,
Bizancio, Constantinopla, Estambul.
Olas de escombros,
Peldaños,
Hacia la puerta
De hecho, inexistente,
De la eternidad.

Traducción de Viorica Patea y Antonio Colinas

Mi Patria A4 (2010)
Ana Blandiana 

jueves, 11 de julio de 2024

Los soñadores

Rosalba Campra. Foto: Diario Alfil.

En sus sueños solía ser un príncipe capaz de volar, pero todos esos sueños se desarrollaban en una estación en ruinas, donde se había quedado solo, sin valijas ni documentos. Tenía miedo y frío. Un desierto sin fin se extendía detrás de las ventanas de vidrios emplomados. ¿Tal vez se trataba de otro planeta?

Podría levantar vuelo desde allí, porque el techo está derruido, pero por encima sopla un viento huracanado que arrastra remolinos de arena. Por alguna razón sabe el nombre de ese viento, shamal, o cree recordarlo. En fin. esas cosas típicas de las pesadillas.

Al despertar, sin embargo, lo que recordaba eran paisajes de prados fragantes o farallones de ocre, su propio palacio con la mesa ricamente aparejada, las caricias esplendorosas de una desconocida y otras felicidades por el estilo.

El psicoanalista se ponía furioso. Todas las veces hace señas a su paciente desde los escombros de la boletería, con la esperanza a que se decida a comprar el pasaje. Tren. ómnibus, caravana, lo que sea con tal de sacarlo de ahí, y salir él mismo. Pero su paciente no lo ve. O finge no verlo.

Cuentos
Rosalba Campra

miércoles, 19 de junio de 2024

Domenico Cunego, retrato de Empédocles.

XIV

Empédocles

58. Empédocles, natural de Agrigento, explicó el origen del mundo por la combinación de los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego, dando a este último la preferencia. Aunque no parece que en esta teoría se encerrase más que la física de Empédocles, pues que distinguía entre el mundo sensible y el intelectual; no obstante, el modo con que explicaba la naturaleza y operaciones del alma, inspira algunas dudas sobre el verdadero sentido de sus doctrinas. En efecto, decía que el alma estaba compuesta de los cuatro elementos, y que conocemos la tierra con la tierra, el agua con el agua, y así de los demás. Esta teoría es materialista; pero no concluye absolutamente contra el espiritualismo del filósofo, porque, extendiendo al alma la distinción entre lo sensible y lo inteligible, quizás explicaba la sensación por la materia, y la inteligencia por el espíritu.
59. Empédocles niega a Dios la forma humana, y afirma que es un ser necesario, espiritual, invisible e inefable. Esto dicen algunos; pero no lo cree Cicerón, pues que le achaca el que divinizaba los cuatro elementos.
60. Tocante al bien y al mal, atribuye el primero al amor y el segundo al odio; las pasiones del hombre han producido el mal sobre la tierra, destruyendo la harmonía primitiva; pero ésta se restablecerá con el triunfo del amor, que unirá en suave lazo a todos los seres del universo.
61. Empédocles no se contentó con aparecer filósofo: quiso representar el papel de santo y profeta. Su desgraciado fin en el cráter del Etna ha dado lugar a varias narraciones, siendo notable la que le achaca el haber querido pasar por Dios, desapareciendo de una manera extraordinaria. Pero esto ¿por dónde consta? ¿no sería más sencilla la explicación, diciendo que, aficionado al estudio de la naturaleza, quiso examinar demasiado de cerca los fenómenos del volcán, que acabó con su vida? Florecía por los años de 440 antes de la era vulgar.

Historia de la Filosofía
Jaime Balmes (1810-1848)

Las cuatro estaciones

José María Junoy. Las cuatro estaciones.

Desde una hondonada

Alternando con los ardientes terrazgos de arcilla, con las hileras oscuras de desnudos sarmientos, con las márgenes de pedruscos ocrosos y azulados, verdean los trigos en ciernes, los guisantales esmeraldinos, las alcachofas argentadas.
(En la pequeña cisterna ―bíblica― una linda muchacha morena, vestida de color de rosa, bien atadas al robusto tobillo las alpargatas blancas, ha llenado su botijo de barro negro y rezumante.)
Raya el finísimo cielo marmóreo el vuelo estremecido de una bandada de verderones y de jilgueros.
Se oye el plañidero ladrar de un perro lejano.
A través de un collado ―fragante de tomillo, de romero y de espliego― llega hasta nosotros el ruido misterioso y profundo ―el noble, el armonioso coro sofocliano― de la mar.

Mariposa blanca

¡También la mariposa blanca proyecta, al volar entre el cielo y la tierra, su sombra negra!

Las cuatro estaciones (1944)
José María Junoy

viernes, 14 de junio de 2024

Versos para distraerme

Francisco Pino. Vuela pluma y Versos para distraerme.

Con

Con raíz:
sentencia.

Con mitra:
eminencia.

Con ala:
trasparencia.

Con corona:
paciencia.

Con nada:
permanencia.

Versos para distraerme (1982)
Francisco Pino 

Diario íntimo

Jules Renard. Fotografiado por Durnac.

1902
20 de febrero. Un pequeño saboyano entra en la fiambrería con un violín de diez céntimos, compra algunos embutidos y, en el momento de pagar, dice que no tiene dinero, que irá a buscarlo si le aceptan su violín en prenda; se lo aceptan, pues cualquier violín vale siempre más de dos céntimos de embutidos. Unos instantes después llega un señor elegante y mientras hace sus compras ve el violín, lo examina y dice: "¡Pero si es un Stradivarius! Doy por él cinco mil francos." Sorpresa del fiambrero que le dice de dónde proviene el violín. "Bien ―dice el caballero―, cuando el niño vuelva cómprele el violín. Yo vendré a buscarlo por el precio convenido." El pequeño regresa. El fiambrero le entrega quinientos francos, con los que obtendrá cinco mil, pero el caballero elegante no vuelve más.

18 de marzo. Un marino que ha dado la vuelta al mundo:
―Un paso más ―dice― y hubiéramos puesto el pie en la nada.

Traducción de Emma P. Zappettini

Diario íntimo 
Jules Renard (1887-1910) 

lunes, 3 de junio de 2024

Guillevic. Arte poética

Dominique Peyronnet. El océano.

El océano también
Escribe y no para de escribir.

En cada marea
Escribe sobre la arena.

Escribe todos los días,
Siempre lo mismo.

Es sin duda
Lo que él debe decirse.

Lo mismo y, sin embargo,
¿A quién le cansa?

No le tengas envidia:
Es el océano.

Traducción de Pilar González España

Guillevic. Arte poética.
Eugéne Guillevic 

Carta a Li Po

José Corredor-Matheos. Carta a Li Po.

Me recuesto en la orilla.
Sin darme cuenta trazo
sobre la arena húmeda
signos que no conozco:
viene el agua y los borra.
Cruza una barca sola,
con músicas y risas.
Absorto entre las aguas
olvido mis preguntas.
Yo soy árbol, montaña.
Yo soy río, y olvido.

Carta a Li Po (1975)
José Corredor-Matheos 

lunes, 8 de abril de 2024

Interior

Henri Matisse. Libros y vela.

Está callado el libro
sobre la mesa
y la mano acaricia
su letra muerta.
Los ojos van bebiendo
luz de la sierra
con el vuelo del ave
que los aleja.
¡Qué silencio amoroso
de vena suelta,
de vida imaginaria,
de luz a vela!
El libro está callado
con su promesa.

Poesías al margen (1934-1959)
Dionisio Ridruejo 

martes, 2 de abril de 2024

Poética

Aristóteles por Francesco Hayez de 1811.

XVII

En cuanto a los temas, tanto los tradicionales como los que uno mismo compone, es preciso dar una visión generalizada, entonces y sólo entonces introducir los episodios y desarrollar la obra. He aquí cómo se puede contemplar lo general , por ejemplo, en la Ifigenia. Una doncella llevada al sacrificio y desaparecida de forma desconocida para los sacrificadores, y transportada a otra región en la que era ley sacrificar a los extranjeros a la diosa fue investida de ese sacerdocio. Tiempo después sucedió que el hermano de la sacerdotisa llegó, pero el que fuera allí porque el dios se lo había ordenado y el motivo por el que iba están fuera de la fábula; y llegando lo cogieron, y yendo a sacrificarlo se dio a conocer, o como lo imaginó Eurípides o como Polyido, diciendo de una manera verosímil que no sólo era preciso que se sacrificara a su hermana, sino también a él, y de ahí la salvación.
Y tras esto, dados ya los nombres a los personajes, establecer los episodios; y que los episodios sean adecuados: así en Orestes la locura por la que fue detenido y la salvación por medio de la purificación.
En los dramas los episodios son breves, pero la epopeya se extiende con ellos. En efecto, de la Odisea el argumento no es largo: alguien pasa alejado de su patria muchos años, cuidado por Posidón y solo, y mientras tanto las cosas en su casa transcurren de tal manera que sus riquezas son consumidas por unos pretendientes y su hijo es objeto de insidias, y él llega tras ser víctima de todo tipo de tempestades y haciéndose reconocer por algunos se lanza al ataque, y él mismo se salva y destruya a los enemigos. Esto es lo propio del poema, el resto son episodios.

Traducción de Aníbal González Pérez

Poética
Aristóteles (Estagira, 384 a. C.- Calcis, 322 a. C. )

viernes, 29 de marzo de 2024

Cruz del Sur. Antología

Ilustración de Kim Poor. Un cometa sobre la Antártida.

Sentencia cuarta o ambigüedades del universo

Ustedes que 
alegan en contra
de los inútiles de la sociedad
no saben acaso
que en el universo
también hay vagabundos?
     Me refiero a :
Los aerolitos y cometas
que vagan y pasean libremente
No como los planetas
(o ustedes)
que dan vueltas y vueltas
firmemente atados a
     ALGO.
1967

Cruz del Sur. Antología
Cecilia Vicuña

La arena errante

José Emilio Pacheco. La arena errante.

Mañana

Hoy ya se fue.
Se hizo mañana de pronto.
Y no sé qué decirle
al día sin precedente que me interroga
y no me reconoce.

La arena errante (1999)
José Emilio Pacheco 

martes, 12 de marzo de 2024

Inventario

Pierre Lavarenne. Ante el fuego.

Los grandes barcos de velas,
un caballo galopando por la playa,
el sueño de los niños y de los gatos,
un tren de los que echaban humo,
Carlitos comiéndose los cordones
en «La Quimera del Oro»,
la madera y la piedra labradas,
una mujer joven, desnuda, de espaldas,
son las cosas más bellas que conozco.

Inventario (1990)
Mario Paoletti 

jueves, 29 de febrero de 2024

Cuadernos

Juan Ramón Jiménez. Cuadernos.

Estética y ética estética

El mejor nombre que encuentro para mi obra, es tesoro.

Todo el que escriba «so el saúz», sea puesto en el acto «bajo el sauce».

Somos andarines de órbitas. No podemos llegar a fin alguno.

Cultivemos, ante todo, la voluntad de rechazar.

El hombre debe considerarse dichoso de haber sido contemporáneo de la rosa.

Cuadernos
Juan Ramón Jiménez