Odilon Redon. Le liseur. (El lector).
Cuando alguien es arisco y no se atreve a abordar a la gente, como uno a quien yo conozco, las novelas son ideales. Para los grandes lectores, los personajes de las novelas llegan a ser más reales que las personas de la vida. Piensan con frecuencia en ellos, los visitan en los libros, los quieren mucho, a menudo los echan de menos, a veces los molestan, o sea, unos amigos. Con una leve diferencia, que estos amigos imaginarios no ocultan nada. Por eso son los únicos que nunca nos traicionan, piensan los grandes lectores, que se olvidan algunas veces de arriesgarse a vivir.
¿Por qué leer? (2011)
Charles Dantzig
2 comentarios:
El límite fronterizo entre la realidad y la ficción es una línea muy sutil. En muchos casos te resultan más familiares los personajes de las novelas que tus vecinos, esos que te ofrecen la visión de su ropa colgada en el tendedero.
Saludos
Francesc Cornadó
Tienes toda la razón. En la mayoría de los casos los vecinos son unos perfectos desconocidos con los que compartimos el mismo tiempo y espacio. Los personajes de ficción, sin embargo, nos conmueven y, por un prodigio inexplicable, también somos nosotros.
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó
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