jueves, 22 de octubre de 2020

El juego del diábolo

Juan Pedro Aparicio. Caricatura de Gusi Bejer.

El cartero

Cuando se supo que el cartero Suárez Lidón en veinticinco años de servicio nunca había escrito una carta, fue inmediatamente ascendido.

Capturar el tiempo

Las ecuaciones de Einstein obsesionaban al matemático Pezuela. Un día consiguió capturar el tiempo y se convirtió en estatua. Hoy se le puede ver a la entrada del Museo de Ciencias.

El misil

No era un meteorito sino una creación artificial que venía directa hacia la tierra. Se trataba de un misil capaz de destruir el planeta. Así lo comunicó el Pentágono tras analizar cuidadosamente con los astrónomos las características del objeto que se aproximaba a gran velocidad. Las discusiones no se hicieron esperar. ¿Qué civilización extraterrestre lo envía? ¿Y por qué, si no hemos tenido relaciones ni buenas ni malas con ella? Surgió la sospecha. ¿No habría sido lanzado por los soviéticos antes de la disolución de la URSS, camuflado de una misión a los planetas, ahora de vuelta? Rusia protestó. ¿Con qué objeto enviar un proyectil capaz de destruirnos a todos? ¿No sería un acto terrorista de Al Qaeda?  Las discusiones se agriaron de tal manera que cuando el proyectil llegó a la Tierra apenas le quedaba nada por destruir.

El juego del diábolo (2008)
Juan Pedro Aparicio

No hay comentarios: