Soy tibetano; uno de los pocos que han llegado a este extraño mundo occidental. La construcción y la gramática de este libro dejan mucho que desear, pero nunca me han enseñado el inglés de un modo sistemático."El tercer ojo"
Fronteras de una abyección
Hace 8 horas
3 comentarios:
¡Dios, Lobsang Rampa! ¡Qué espirituales éramos!(y quizás, seguimos siéndolo)
Seguimos siéndolo, Ar Lor, llevamos dentro la semilla de todo aquello.
Leído en la juventud, El Tercer Ojo deja una huella imborrable.
Supe al leerlo que el infierno de los tibetanos, a diferencia del de Dante, es FRÍO...
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