miércoles, 6 de febrero de 2008

El Amigo de las Mujeres

Lao Tsé había dicho que la verdadera fraternidad sólo podía darse en un reino pequeño, con pocos habitantes, temerosos de la muerte y nada amantes de los viajes (hasta el punto de que aunque tuvieran carros y barcas nunca las utilizarían). Y él imaginó al verdadero amigo de las mujeres en un reino así. Un reino pequeño, lleno de hombres solteros, que encontrarían sabrosa su comida, buenas sus ropas, tranquilas sus casas, alegres sus costumbres, del que jamás ninguno de ellos se alejaría. Que estaría al lado de otro donde sí vivirían mujeres.
Nunca se acercarían a ese reino vecino, porque serían infinitamente temerosos, y aunque por las noches escucharan el rumor animado de las conversaciones femeninas, los cantos con que se acompañaban, sus risas y la música de sus bailes, ellos no correrían a verlas, ni abandonarían sus ocupaciones, de forma que llegarían a morirse de viejos sin haberlas visitado jamás.
El Amigo De Las Mujeres
Gustavo Martín Garzo

1 comentario:

Ar Lor dijo...

¡Vaya reino! Ideal para Casanova.