lunes, 4 de febrero de 2008

Los viajes de Gulliver


Mi reconciliación con la especie yahoo en general no sería tan difícil si ellos se contentaran sólo con los vicios y las insensateces que la Naturaleza les ha otorgado. No me causa el más pequeño enojo la vista de un abogado, un ratero, un coronel, un necio, un lord, un tahur, un político, un médico, un delator, un cohechador, un procurador, un traidor y otros parecidos; todo ello está en el curso natural de las cosas. Pero cuando contemplo una masa informe de fealdades y enfermedades, así del cuerpo como del espíritu, forjada a golpes de orgullo, ello excede los límites de mi paciencia, y jamás comprenderé cómo tal animal y tal vicio pueden ajustarse. Los sabios y virtuosos houyhnhnms, que abundan en todas las excelencias que pueden adornar a un ser racional, no tienen en su idioma término para designar este vicio, como no lo tienen para expresar nada que signifique el mal, excepto aquellos con que califican las detestables cualidades de sus yahoos, y entre ellas no pueden distinguir ésta del orgullo por falta de completo conocimiento de la naturaleza humana, según se muestra en otros países en que este animal gobierna. Pero yo, con mi mayor experiencia pude claramente reconocer algunos rudimentos de ella en los yahoos silvestres. Los houyhnhnms, que viven bajo el gobierno de la razón, no se encuentran más orgullosos de las buenas cualidades que poseen que puedo estarlo yo de que no me falte un brazo o una pierna, lo que no puede constituir motivo de jactancia para ningún hombre en su juicio, aunque sería desdichado si le faltaran. Insisto particularmente sobre este punto, llevado del deseo de hacer por todos los medios posibles la sociedad del yahoo inglés no insoportable, y, de consiguiente, conjuro desde aquí a quienes tengan algún atisbo de este vicio absurdo para que no se atrevan a comparecer ante mi vista.

FIN

Los Viajes de Gulliver
Jonathan Swift

2 comentarios:

Ulises dijo...

Borges a través del Informe de Brodie también habla de los Yahoos.Creo que lo hace de manera más benevolente.Tal como menciona, al final, Brodie,no se arrepiente de haber combatido en sus filas contra los hombres-monos.Sugiere al Gobierno de Su Majestad,él deber de salvarlos.

Ar Lor dijo...

Swift es uno de mis autores favoritos, es tan corrosivo como las babas de Alien. Se acerca bastante al lado oscuro de los seres humanos.
También es desternillante: en Historia de una barrica, según el estado de ánimo con que estés leyendo, se te pueden desencajar de la risa, las mandíbulas.