ni dónde sus padres, en qué provincia su altar,
enfermo y semejante a un dios en lo incierto,
en lo acabadamente mudo, este hombre llegó hasta aquí
y aquí descansa, en un punto ignorado
entre la despedida de los suyos y la noche.
Aquí se acuesta, callado y último
en el tiempo agotado de su viaje.
Esperanza López Parada
Los tres días
martes, 29 de abril de 2008
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