Esta noche voy a releer entera mi novela Rahhil. Lo único que aún no tengo para poder juzgarla es visión de conjunto. Actualmente, para darla por terminada como texto -no como obra de arte-, he de rematar la escena, totalmente artística, del paseo de los judíos -cosa de media hora de trabajo.
Luego, anotar algunos pasajes sobresalientes de otros autores: Baudelaire, Zola, Loti.
De camino , sacaré notas cuidadosas de lo que vaya aprendiendo y también de lo que me vaya impresionando. La travesía por mar, luego la Argelia italiana y el Oued Rir, será un viaje interesante, pintoresco -primera cosa a redactar en cuanto llegue-.
Una vez allí, en los oasís, tomar nota de todo; empezar por visitarlo todo y hacer un plano detallado con las anotaciones más completas posibles. Después, abrir un diario literario del tiempo que esté allí. Entre medias, conseguir que Rakhil sea el libro que tiene que ser: una obra de arte.
Luego, anotar algunos pasajes sobresalientes de otros autores: Baudelaire, Zola, Loti.
De camino , sacaré notas cuidadosas de lo que vaya aprendiendo y también de lo que me vaya impresionando. La travesía por mar, luego la Argelia italiana y el Oued Rir, será un viaje interesante, pintoresco -primera cosa a redactar en cuanto llegue-.
Una vez allí, en los oasís, tomar nota de todo; empezar por visitarlo todo y hacer un plano detallado con las anotaciones más completas posibles. Después, abrir un diario literario del tiempo que esté allí. Entre medias, conseguir que Rakhil sea el libro que tiene que ser: una obra de arte.
Isabelle Eberhardt
1 comentario:
" Y por fin, con su amado Sliméne quiso retirarse al fondo del Sur misterioso y crear una línea de caravanas comerciales. La muerte, absurda,lo truncó todo en el preciso momento en que la felicidad se abría a sus pies.
El 21 de octubre de 1904 ella estaba en Aïn Sefra esperando a Sliméne. Roub(como le llamaba cariñosamente)llegó, hicieron planes para su proyecto, habían conseguido el dinero. Sliméne salió de la casa. Una tormenta atroz cayó sobre el poblado produciéndose una riada. La gente huía. Isabelle desde el balcón de su casa miraba aquel torrente. En unos segundos la casa se vino abajo. Cuatro días después hallaron su cuerpo bajo los escombros".
Cuando se leen sus diarios se descubre que Isabelle Eberhardt es,por encima de todo, escritora.
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