domingo, 4 de mayo de 2008

Carpe diem

Reloj de sol

Carminum, I,11

(Carpe diem)
Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius quicquid erit pati!
Seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum, sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

Odas, I, 11
(Carpe diem)
No preguntes (no es lícito saberlo) qué fin a mí, cuál a ti
han dado los dioses, Leucónoe, ni consultes
las piedras babilonias. Cuánto mejor soportar lo que vendrá,
tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos o el último,
que ahora fatiga al mar Tirreno con las peñas porosas;
sé sabia, filtra los vinos y, en este espacio breve,
abandona una esperanza a largo plazo. Mientras hablamos, huye
el tiempo envidioso: disfruta del presente, y cree poco en el futuro.

Carminum
Quinto Horacio Flaco

1 comentario:

Higinio dijo...

Enrique Badosa nos dice que "el Carpe Diem (Goza del día de hoy)constituye la clave de la posición de Horacio ante la vida".Todo lo que nos ha llegado de Horacio está en verso."No se conocen prosas horacianas".Horacio hablaba y escribía el griego, y sus primeros escritos los escribió en esa lengua, sin embargo, el mismo nos cuenta que una divinidad en un sueño le ordenó que escribiera las odas en latín.