El único viajero con alma verdadera que he conocido era un chico de la oficina que había en otra casa en la que, en tiempos, estuve empleado. Este muchachito coleccionaba folletos de propaganda de ciudades, países y compañias de transportes; tenía mapas -unos arrancados de periódicos, otros que pedía aquí y allí-; tenía, recortadas de diarios y revistas, ilustraciones de paisajes, grabados de costumbres exóticas, retratos de barcos y navíos. Iba a las agencias de turismo, en nombre de una oficina hipotética, o quizás en nombre de cualquier oficina existente, posiblemente la misma en que estaba, y pedía folletos sobre viajes a Italia, folletos de viajes a la India, folletos con las combinaciones entre Portugal y Australia.
No sólo era el mayor viajero, por ser el más verdadero, que he conocido: era también una de las personas más felices que me ha sido dado encontrar.
Hasta es posible que haya viajado con el cuerpo, él, que tan bien viajaba con el alma.
Libro del desasosiego
Fernando Pessoa
4 comentarios:
Higinio, yo conozco una réplica de ese "viajero con alma verdadera."
Sé de uno que empapeló su casa con portadas de National Geographic.
Algún otro, modestamente, se conformaba con empapelar una pared de su casa con los moais de la isla de Pascua; un paisaje chino; un sendero entre árboles; una catarata; Pablo Neruda escribiendo en su estudio; dos niñas en el bosque de Oma; una caravana de camellos atravesando el desierto del Sáhara;un monje leyendo en el claustro del monasterio;Kirk,Spok,
McCoy, Scott, Uhura, Zulu, y Chekow; la Laguna Estigia de Patinir; Conan; El Capitán Trueno; etc.
Tesoros para soñar y contemplar. Otros lo han hecho antes, pero no importa. Como escribió Giradoux: "El plagio es la base de todas las literaturas, escepto de la primera, que, por otra parte, nadie conoce".
¡Genial! Higinio
Me has emocionado, Higinio. Esos ramalazos de genialidad te hacen grande, colega.
Publicar un comentario