miércoles, 30 de julio de 2008

Adiós, muñeca


Llegué a Montemar Vista cuando la luz empezaba a difuminarse, pero el mar tenía aún un hermoso centelleo y las olas rompían muy lejos de la orilla en largas curvas suaves. Exactamente debajo del borde espumoso de las olas, un grupo de pelícanos volaba en formación de bombarderos. Un yate solitario regresaba al puerto de Bay City. Más allá, el enorme vacío del océano tenía un color gris amoratado.
Montemar Vista no era más que unas cuantas docenas de casas de distintas formas y tamaños agarradas con uñas y dientes al espolón de una montaña, y daba toda la sensación de que un buen estornudo bastaría para derribarlas entre los almuerzos de los bañistas.

Adiós, muñeca
Raymond Chandler

1 comentario:

Higinio dijo...

Raymond Chandler nos da el siguiente consejo para ecribir."Lo importante es que debe existir un espacio de tiempo, pongamos un mínimo de cuatro horas al día, en el que un escritor profesional no haga nada, aparte de escribir. No es preciso que escriba, y si no se siente inspirado más vale que no lo intente. Puede mirar por la ventana o hacer el pino o revolcarse por el suelo, pero no debe hacer ninguna otra cosa concreta: ni leer, ni escribir cartas, ni hojear revistas, ni firmar cheques. O escribe o no hace nada".
"He comprobado que funciona. Dos reglas muy sencillas:A, no es necesario que escribas. B, no puedes hacer nada más. El resto sale solo".

La fotografía que ilustra el texto es de Cosme D Churruca. Podemos ver en ella la ermita de San Juan de Gaztelugatxe y la isla de Ízaro,en Vizcaya.
Sí, es la famosa isla de Ízaro Films.