-Primo, ¿me estás evaluando?
-¿Qué quieres decir?-He visto cómo me miras. Esperas a que esté descuidada para desnudarme con la mirada.
-No seas idiota, nena. Te falta mucho para que empiecen a mirarte los tíos. Al menos como miran cuando tienen ganas.-¿Y cómo me miras tú?
Será cabrona- se dijo él.-No importa- prosiguió ella-. Estoy acostumbrada a que los chicos me miren así en el instituto. Es algo inofensivo. Sólo es una forma idiota de calentarse sin llegar a nada.
La madre que te parió-volvió a rumiar él.-¿Cuántos años tienes?- quiso saber ella.
-Veintiocho. ¿Por qué ?-Por nada. Los adultos retorcéis las cosas hasta darle la forma de vuestras necesidades.
Serás hijaputa.-¿Qué tal los pollos?
-¿Eh?- le había cogido desprevenido.-Los pollos. Mi madre me contó que trabajas en una granja de pollos.
-Lo dejé. Faltaba trabajo. O sobraba mano de obra. Elige.-Te despidieron.
Nada es como antes
Asdrúbal Hernández
1 comentario:
Gavilán, pregúntale a Asdrubal, si la prima tenía coletas, era muy mona y de Valladolid.
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