miércoles, 10 de septiembre de 2008

La historia de Rásselas, príncipe de Abisinia

Con esta resolución se pusieron en camino al día siguiente. Cargaron unas tiendas sobre sus camellos, decididos a quedarse entre las pirámides hasta ver satisfecha plenamente su curiosidad. Viajaron lentamente, se desviaron por cualquier cosa digna de atención, se detuvieron de vez en cuando a conversar con los naturales, y observaron el diferente aspecto que ofrecían las ciudades, en ruinas o habitadas, y de la naturaleza, salvaje o cultivada.
Cuando llegaron a la gran pirámide se quedaron asombrados al ver las dimensiones de la base y lo alto de la cúspide. Imlac les explicó los principios por los que la forma de pirámide había sido elegida para un edificio destinado a prolongar su existencia mientras dure el mundo; Mostró cómo la disminución gradual le daba una estabilidad que frustraba todos los ataques de los elementos, y cuán difícilmente podía ser derribada por los terremotos. Una conmoción que pudiera quebrantar la pirámide sería una amenaza de desintegración del continente.

La historia de Rásselas, príncipe de Abisinia
Samuel Johnson

1 comentario:

Higinio dijo...

Pollux Hernúñez (traductor de La historia de Rásselas...), comenta que el nombre de Rásselas lo tomó Samuel Jhonson de dos palabras abisinias: ras (jefe) y sela (imagen).
Hernúñez nos dice:
"Una de las razones de Jhonson para situar su cuento en Abisinia es sin duda el hecho de que, aun siendo un país exótico, era cristiano, lo cual favorecía la situación de personajes en un contexto familiar al lector inglés".