Como Shane, el hombre de los valles perdidos,
que tenía los ojos azules y cantaba viejas baladas del Oeste,
Como Shane, que tenía dos pistolas nacaradas
y la alegría de la inmortalidad en sus pupilas,
Como Shane, que hablaba de lejanas praderas y bosques,
de osos y serpientes de cascabel,
de puertos y tifones y sirenas
y del Buque Fantasma,
y era joven como el agua y como ella reflejaba
la luna cambiante y amarilla de abril,
y era joven como el amor y sus mariposas encendidas,
y era joven como la tristeza,
y tenía los ojos azules y dos pistolas en su canana,
como Shane el luminoso,
joven como la luz,
como Shane y sus valles perdidos bajo las temblorosas estrellas...
De "Extraña Fruta" Y Otros Poemas
Pere Gimferrer
2 comentarios:
Andamos sobrados hoy, Higinio.
Shane, no te vayas, Shane. Shaanneee...
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