Nunca había oído hablar de Innsmouth hasta la víspera del día en que lo vi por primera y -hasta ahora- última vez. Celebraba mi mayoría de edad dando la vuelta a Nueva Inglaterra -turismo, antigüedades, interés genealógico-, y había planeado ir directamente desde el antiguo pueblo de Newburyport a Arkham, de donde provenía la familia de mi padre. No tenía coche y viajaba en tren, en trolebús o en coches de línea, buscando siempre el itinerario más barato. En Newburyport me dijeron que para ir a Arkham debía tomar el tren. Y fue en el despacho de billetes de la estación donde, al vacilar ante el elevado precio del billete, oí hablar por vez primera de Innsmouth. El empleado, hombre corpulento de rostro sagaz y un acento que no era de la región, consideró con simpatía mis esfuerzos por ahorrar y me sugirió una solución que hasta entonces nadie me había propuesto.
- Creo que podría coger el autobús viejo -dijo después de cierta vacilación-, aunque por aquí nadie suele cogerlo. Pasa por Innsmouth... Puede que haya oído usted hablar del pueblo ese... A la gente no le gusta. El conductor es de allí, un tal Joe Sargent, y nunca coge viajeros de aquí ni de Arkham. No me explico de qué vive esa empresa. El precio del billete debe ser bastante barato, pero nunca lleva más de dos o tres personas... y todas de Innsmouth. Sale de la Plaza, delante de la Droguería Hammond, a las diez de la mañana y a las siete de la tarde, a no ser que hayan cambiado el horario últimamente. Parece una cafetera rusa... Jamás me he metido dentro de ese trasto.
Esa fue la primera noticia del siniestro pueblo de Innsmouth.
- Creo que podría coger el autobús viejo -dijo después de cierta vacilación-, aunque por aquí nadie suele cogerlo. Pasa por Innsmouth... Puede que haya oído usted hablar del pueblo ese... A la gente no le gusta. El conductor es de allí, un tal Joe Sargent, y nunca coge viajeros de aquí ni de Arkham. No me explico de qué vive esa empresa. El precio del billete debe ser bastante barato, pero nunca lleva más de dos o tres personas... y todas de Innsmouth. Sale de la Plaza, delante de la Droguería Hammond, a las diez de la mañana y a las siete de la tarde, a no ser que hayan cambiado el horario últimamente. Parece una cafetera rusa... Jamás me he metido dentro de ese trasto.
Esa fue la primera noticia del siniestro pueblo de Innsmouth.
La sombra sobre Innsmouth
Howard Phillips Lovecraft
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