Para bien y para mal, el escritor verdadero escribe sobre la realidad que ha sufrido y mamado, es decir sobre la patria; aunque a veces parezca hacerlo sobre historias lejanas en el tiempo y en el espacio. Creo que Baudelaire dijo que la patria es la infancia. Y me parece difícil escribir algo profundo que no esté unido de una manera abierta o enmarañada a la infancia. Por eso aun los grandes expatriados, como Ibsen o Joyce, siguieron tejiendo y destejiendo esa misma y misteriosa trama. Viajar es siempre un poco superficial. El escritor de nuestro tiempo debe ahondar en la realidad. Y si viaja debe ser para ahondar, paradojalmente, en el lugar y los seres de su propio rincón.
"El escritor y sus fantasmas"
Ernesto Sabato
3 comentarios:
Al niño de la foto, ya se le veían maneras de escritor. Y el decorado, qué bien sirve al propósito de escribir. ¿En que pensaba el niño de la foto? ¿En qué cuatro décadas mas tarde, algún "cabrón" le iba a sacar por internet?
En la foto, está poniendo punto final a sus atormentadas memorias: "Vida perra a quien me hiera".
Pues no está nada mal el título para un crío de siete años.¿Pero eran atormentadas sus memorias, o sólo se trataba de un sirimiri?
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