La nieve nos recuerda un estudioso muy inteligente; la flor nos recuerda damas hermosas; el vino nos recuerda buenos espadachines; la luna nos recuerda buenos amigos, y las colinas y el agua nos recuerdan buena poesía y buena prosa que complacen al mismo autor.
Hay panoramas en la tierra, panoramas en la pintura, panoramas en los sueños y panoramas en el pecho. La belleza de los panoramas en la tierra reside en la profundidad y en la irregularidad de sus contornos; la belleza de los panoramas en la pintura reside en la libertad y el lujo de acción del pincel y la tinta; la belleza de los panoramas en los sueños reside en sus vistas, que cambian extrañamente, y la belleza de los panoramas en el corazón reside en que todo está en su debido lugar.
Para los lugares que pasamos durante nuestros viajes, no tenemos que ser exagerados en nustras exigencias artísticas; pero debemos serlo para los lugares en que vamos a instalarnos.
Hay panoramas en la tierra, panoramas en la pintura, panoramas en los sueños y panoramas en el pecho. La belleza de los panoramas en la tierra reside en la profundidad y en la irregularidad de sus contornos; la belleza de los panoramas en la pintura reside en la libertad y el lujo de acción del pincel y la tinta; la belleza de los panoramas en los sueños reside en sus vistas, que cambian extrañamente, y la belleza de los panoramas en el corazón reside en que todo está en su debido lugar.
Para los lugares que pasamos durante nuestros viajes, no tenemos que ser exagerados en nustras exigencias artísticas; pero debemos serlo para los lugares en que vamos a instalarnos.
De las colinas y el agua
Chang Chao
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