Qué sería de mí sin vosotros,
tiernos y, a la vez, embajadores
de la imaginación,
verdugos del deseo
y, al mismo tiempo, mensajeros suyos,
libros llenos de cosas deplorables
y de cosas sublimes,
a los que odiar
o por los que morir.
Por fuertes y fronteras
Luis Alberto de Cuenca
sábado, 3 de octubre de 2009
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2 comentarios:
El libro, el mejor amigo del hombre por el cual sería capaz de dar mi vida.
Gracias por tu comentario, Alro. Estoy totalmente de acuerdo.
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