El hombre que sabe leer bien, advierte que todo se convierte en un libro, por doquiera que vaya: montañas y arroyos son libros también, igual que el ajedrez y el vino, igual que la luna y las flores. Un buen viajero advierte que todo se convierte en panorama por doquiera que vaya: los libros y la historia son panoramas, y también lo son el vino y la poesía, igual que la luna y las flores.
Un escritor antiguo dijo que le gustaría dedicar diez años a la lectura, diez años a los viajes y diez años a la conversación y arreglo de lo que hubiese obtenido. Creo que esa conversación no debe llevar diez años, que dos o tres serían bastantes. En cuanto a la lectura y los viajes, no creo que ni siquiera el doble, o aún el quíntuplo del periodo sugerido, fuera suficiente para satisfacer mis deseos. Para esto habría que vivir trescientos años, como dice Huang Chiuyen.
Un escritor antiguo dijo que le gustaría dedicar diez años a la lectura, diez años a los viajes y diez años a la conversación y arreglo de lo que hubiese obtenido. Creo que esa conversación no debe llevar diez años, que dos o tres serían bastantes. En cuanto a la lectura y los viajes, no creo que ni siquiera el doble, o aún el quíntuplo del periodo sugerido, fuera suficiente para satisfacer mis deseos. Para esto habría que vivir trescientos años, como dice Huang Chiuyen.
De libros y de lectura
Chang Chao
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