A medianoche, entonando esta cancioncilla:
Casa en Missoula,
Casa en Truckee,
Casa en Opelusas,
No hay casa para mí,
Casa en la vieja Medora,
Casa en Wounded Knee,
Casa en Ogalalla,
Mi casa nunca vi.
Casa en Truckee,
Casa en Opelusas,
No hay casa para mí,
Casa en la vieja Medora,
Casa en Wounded Knee,
Casa en Ogalalla,
Mi casa nunca vi.
cogí el autobús para Washington; perdí algún tiempo callejeando por allí; me salí del camino trazado para ver el Blue Ridge, oir el pájaro de Shenandoah y visitar la tumba de Stonewall Jackson; al anochecer escupí en el río Kanawha y anduve por la noche hillbilly de Charleston, al oeste de Virginia; a medianoche Ashland, Kentucky, y una chica solitaria bajo la marquesina de un teatro cerrado. El oscuro y misterioso Ohio, y Cincinnati al amanecer. Después los campos de Indiana de nuevo, y por la tarde San Luis como siempre bajo las grandes nubes del valle. Los adoquines cubiertos de barro y los troncos de Montana, los barcos fluviales destrozados, los antiguos letreros, la yerba y las maromas junto al río. El poema interminable. Missouri por la noche, y los campos de Kansas, las vacas nocturnas de Kansas en los secretos desiertos, pueblos de cartón con un mar al final de cada calle; amanecer en Abilene. Los pastos del este de Kansas se convierten en las laderas del oeste de Kansas que llevan a la cima de la noche del Oeste.
En el camino
Jack Kerouac
2 comentarios:
Tan especial Kerouac, un camino poético y lleno de sentimientos.
Precioso. Un saludo.
Recuerdo que una tarde sobre los quince o dieciséis años, un grupo de amigos decidimos partir sin rumbo a la aventura.Eran los días del instituto y del Capitán Trueno... afortunadamente a la noche dormíamos todos plácidamente en nuestras casas.
Gracias por tu comentario, Elena.
Un saludo.ja
Publicar un comentario