Hay una gran diferencia entre ver las cosas y no ver nada. Muchos viajeros que ven cosas no ven nada en realidad, y muchos que no ven nada ven mucho. Me divierte sobremanera enterarme de que un autor va a un país extranjero "para obtener material para su nuevo libro", como si ya hubiese agotado todo lo que hay que ver en la humanidad de su ciudad o su país, y como si el tema se pudiera agotar alguna vez.
El equipo más necesario para un viajero es "un talento especial en el pecho y una visión especial bajo las cejas", como lo expresó el famoso crítico teatral chino en su famoso comentario sobre el drama Cámara occidental. Lo que interesa es saber si uno tiene corazón para sentir y ojos para ver. Si no los tiene, sus visitas a las montañas son pura pérdida de tiempo y de dinero; en cambio, si tiene "un talento especial en el pecho y una visión especial bajo las cejas", podrá obtener el más grande júbilo de los viajes sin ir siquiera a las montañas, permaneciendo en su casa y mirando a su alrededor, y recorriendo los campos para contemplar una nube fugitiva, o un perro, o una cerca, o un árbol solitario.
Traducción de Román A. Jiménez
Traducción de Román A. Jiménez
La importancia de vivir
Lin Yutang
3 comentarios:
¡Joder higinio! ¡Cómo te lo montas para no tener que salir de casa!
¿Puedes conseguirme la edición de la foto? Aunque tengas que salir de casa.
¡Con éste, habrá que hacer algo!
Un ermitaño es Marco Polo en comparación con él. ¡Y olvídate de esa edición!
Publicar un comentario