Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos pero doctos libros juntos,vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.Si no siempre entendidos, siempre abiertos
o enmiendan o fecundan mis asuntos;y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años vengadora,libra, ¡oh gran don Iosef!, docta la imprenta.
pero aquélla el mejor cálculo cuenta
que en la lección y en estudios nos mejora.
Francisco de Quevedo
2 comentarios:
Esas baldas que sostienen los libros, las puse yo, hace muchos, muchos años.
Y Quevedo, ocuparía un lugar en ellas y aunque "no siempre entendido pero siempre genial", nos habla con la despierta palabra de los difuntos, a los que soñamos que estamos vivos.
Amigos, un jardín y una biblioteca y en Japón, incluiría internet de 100 megas.
De esa exquisita biblioteca faltan algunos volúmenes que "alguien" se llevó. ¿Sabes algo de el asunto?
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