Poeta
Devuélveme entonces los días
en que yo mismo estaba en formación,
en que un manantial de agolpados cánticos
fluía de nuevo sin cesar,
en que las nieblas el mundo me ocultaban,
en que el retoño aún milagros prometía,
en que cortaba las mil flores
que a todos los valles con exuberancia cubrían.
Nada tenía y, sin embargo, tenía lo suficiente:
el afán de saber la verdad y el placer por el engaño.
Dame aquellos impulsos irrefrenables,
aquella profunda y dolorosa felicidad,
la fuerza del odio y el poder del amor.
¡Devuélveme la juventud!
Traducción de Pedro Gálvez
FaustoJohann Wolfgang Goethe
3 comentarios:
Y quién no vendería su alma al diablo.
Lo nuestro es un viaje, va desde aquellos manantiales, desde aquellos valles exuberantes hasta estas manchas pardas que en otoño cubren nuestra piel. Esto es el viaje a Ítaca donde hemos aprendido y amado en el trayecto.
E la nave va!
Salud
Francesc Cornadó
Lo dice Rubén Darío "Juventud, divino tesoro".
Lo importante es que sigamos viendo el mundo (ahora, en nuestra edad madura) con la alegría de nuestros años juveniles.
Un fuerte abrazo a El Patio y a Francesc Cornadó
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