Soledad
Cuando queda nuestro cuerpo durmiendo, en un cuarto de hotel, en una ciudad desconocida, tocamos el fondo de la soledad.
(De noche, en Londres)
(De noche, en Londres)
Filología clásica
Pasaron milenios antes de que los hombres admitieran el pronombre de segunda persona. Cuando les decían tú o no entendían o se indignaban: ellos eran yo y los interlocutores tú y no veían la razón de alterar ese orden natural y caer en la anarquía.
Palinodia
Oh la obra futura, la que planearemos con lucidez y con deliberación.
Guirnalda con amores
Adolfo Bioy Casares
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