No se enseña la virtud como no se enseña el genio. La idea que se tiene de la virtud es estéril y no puede servir sino de instrumento, como en las cuestiones de arte los saberes técnicos. Esperar que nuestros sistemas de moral y nuestras éticas lleguen a hacer nacer personas virtuosas, nobles y santas, es cosa tan insensata como imaginar que nuestros tratados de estética puedan producir poetas, escultores, músicos y pintores.
Los dolores del mundo
Arthur Schopenhauer
1 comentario:
Los grandes virtuosos así como los grandes viciosos no parecen tener cabida en nuestra sociedad. Prosperan aquellos que son un poquito virtuosos y se admira a los que tienen pequeños vicios.
La mediocridad es el mejor mecanismo para la supervivencia, o si no, que se lo pregunten al gen inmortal.
Salud
Francesc Cornadó
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