Habiendo comenzado el día con Meister Eckhart, he pasado luego a Epicuro. Y el día no ha acabado todavía: ¿con quién concluirlo?
Demóstenes copió a mano ocho veces todo Tucídides. Así se aprende una lengua. Deberíamos tener el valor de transcribir todos los libros que admiramos.
Que a alguien no le guste lo que hacemos, eso lo admitimos más o menos. Pero si alguien desprecia un libro que le hemos recomendado, cosa mucho más grave, nos hiere como un ataque solapado. Pues duda de nuestro gusto y hasta de nuestro discernimiento.
Máximas y aforismos
Emil Cioran
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