Un vagabundo, acostándose bajo el sol,
duerme en un banco de Nueva York.
Nada desdice la inmensidad del mundo.
Cuando fue niño su madre le peinaba
otorgándole los goces de la vida.
Pero estos augurios eran falsos.
duerme en un banco de Nueva York.
Nada desdice la inmensidad del mundo.
Cuando fue niño su madre le peinaba
otorgándole los goces de la vida.
Pero estos augurios eran falsos.
El duque de Portland sale a la calle (1988)
Juan Perucho
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