Joséfine Ducollet. La dama de las camelias.
Marie Duplessis (1824-1847) era una bella muchacha empleada sucesivamente en una fábrica de corsés y en una sombrerería, antes de ejercer como prostituta en París. Elevada a la categoría de cortesana e introducida en la alta sociedad parisiense, deslumbró por completo a la corte, acumulando amantes y riquezas en muy poco tiempo. Marie, que se convirtió en la mujer más admirada y envidiada de la corte de su tiempo, siempre se adornaba con una camelia blanca. Alejandro Dumas hijo (1824-1895) narró su peripecia en La dama de las camelias, bajo el ficticio nombre de Margarita Gautier.
Lyman Frank Baum (1856-1919), el autor de El mago de Oz, reveló en cierta ocasión el verdadero origen del nombre del reino que da título a su fábula. Según él, mientras relataba el cuento a unos chiquillos de su vecindad, una niña, llamada Tweety Robbins, inquirió al escritor acerca del nombre del reino en que transcurrían las aventuras que estaba narrando. Baum, sorprendido por la inesperada pregunta y falto de otra fuente de inspiración, paseó la mirada por la habitación en que se hallaban y reparó en un archivador de tres cajones, cada uno de los cuales mostraba una etiqueta: A-G, H-N y O-Z. Al leer esta última comprendió que no era ése mal nombre para un fantástico reino imaginario. Algunos biógrafos niegan la verosimilitud de esta versión divulgada por el propio Baum. Lo que está claro es que, sea o no cierta, la anécdota refleja la personalidad imaginativa y bromista del escritor estadounidense.
El libro de los hechos insólitos (2004)
Gregorio Doval
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