Bernhard Stange. Repique de campanas.
Enero
Por fin ha llegado enero. Con sus pies planos deja un rastro en los campos. Un rastro plateado como un sonido de campanas. ¡Campanas de mi aldea! ¿Seréis quizás un lugar común? Pero mi aldea, que vive únicamente en mi cabeza, es un sueño que duerme. Y yo velo al caer la tarde. Mañana tal vez me despierte la angustia con el canto de un gallo. Y todo, en fin, es nada en este atardecer campestre en el que sueño con ser otro que viaja a través del ancho mundo mientras la luz, importunada por los rayos, se ausenta y retorna como el guiño del ojo de una amante que fue nuestra en otro tiempo.
Traducción de Carlos Gumpert y Javier González Rovira
Campanas de mi aldea
Antonio Tabucchi
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