Juan Pedro Aparicio. El juego del diábolo.
Rivalidad
Aquellos dos autores acabaron odiándose tanto que sus libros no podían estar juntos en las bibliotecas.
... Pero honrada
La novia de mi hermano era tan rara que hasta volaba. De mi casa, sin embargo, nunca faltó una escoba.
Secciones de Paraíso
Le bastó una ojeada para saber que en la vida eterna seguirían los conflictos; ni un solo cristiano dejaba de contemplar con envidia la zona llena de huríes de los musulmanes.
Juan Pedro Aparicio
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