Ilustración de Janet Ternoff.
Ha llegado la carta.
Está sobre la mesa,
al lado de las flores.
La miro
largamente.
Conozco la letra.
Pero la leeré
a la medianoche,
cuando los trenes
que pasan hacia el norte
hagan temblar
los vidrios de la casa.
Patio solo (1986)
Susana Cabuchi
2 comentarios:
El ruido de los trenes traen vibraciones lejanas.
Saludos
Francesc Cornadó
Nos recuerdan la infancia y la adolescencia. Que no nos falten nunca los trenes.
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó
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