Clarice Lispector. Revelación de un mundo.
1967
19 de agosto
La sorpresa
Mirarse en el espejo y decirse deslumbrada: qué misteriosa soy. Soy tan delicada y fuerte. Y la curva de los labios conservó la inocencia.
No hay hombre ni mujer que no se haya mirado en el espejo y no se haya sorprendido consigo mismo. Por una fracción de segundo nos vemos como un objeto a observar. A esto lo llamarían tal vez narcisismo, pero yo lo llamaría: alegría de ser. Alegría de encontrar en la figura exterior los ecos de la figura interna: ah, entonces es cierto que no me imaginé, yo existo.
1971
9 de octubre
Recordar lo que nunca existió
Escribir es tantas veces recordar lo que nunca existió. ¿Cómo lograré saber lo que ni siquiera sé? Así: como si lo recordara. Con un esfuerzo de memoria, como si yo nunca hubiera nacido. Nunca nací, nunca viví: pero recuerdo, y el recuerdo es en carne viva.
Traducción de Amalia Sato
Clarice Lispector
No hay comentarios:
Publicar un comentario