Mark Strand. Foto: Bernardo Díaz.
Como una hoja llevada por el viento
Tras dejar el trabajo, donde es un desconocido y donde sus funciones son un misterio incluso para él, camina por calles débilmente iluminadas y callejones oscuros hasta su habitación al otro extremo de la ciudad, en la parte trasera de un ruinoso edificio de apartamentos. Es invierno y camina encorvado y con el cuello del abrigo subido. Al llegar a su habitación, se sienta a una pequeña mesa y mira el libro abierto frente a él. Sus páginas están en blanco, por lo que puede observarlas fijamente durante horas.
Traducción de Julio Trujillo
Casi invisible (2012)
Mark Strand
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