Lêdo Ivo, retratado por Arpad Szenes.
Vivir es fundar poco a poco un Egipto personal, repleto de momias.
Debemos ser indulgentes con quienes se equivocan, y más indulgentes aún con quienes no tuvieron la valentía de equivocarse.
Tenemos que estar presentes en cada línea de nuestro texto. No limitarnos a usar comas, sino ser las comas que utilizamos. No sólo describir una calle, sino ser la calle que describimos, con la gente que pasa, sus carteles, sus piedras y fachadas.
Hay un cierto tipo de talento que preferimos admirar en los otros, y que jamás desearíamos para nosotros mismos.
Una de las características fundamentales de la llamada cultura de masas (en las radios, cines, periódicos y revistas) es que se empeña en hacer que el pueblo se ría. La risa es el nuevo opio del pueblo.
La frontera no es un límite, sino una invitación a la travesía.
Soy un hombre de muchas preguntas y casi ninguna respuesta. Quizás mis preguntas sean mis respuestas.
Día de intenso trabajo: escribo un poema. Hoy no estoy para nadie, ni siquiera para mí mismo.
Para todo escritor auténtico más de un lector es una exageración.
Traducción de Martín López-Vega
Isla de mí. Prosa escogida
Lêdo Ivo (1924-2012)
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