Francisca Aguirre, retratada en su casa en Madrid. Álvaro García. El País.
Aprender a mirar de otra manera.
Aprender a confiar de un nuevo modo.
Aprender a esperar
como si el mundo se estuviera haciendo.
Aprender, aprender...
Aprender todo desde el entusiasmo
sin apoyar el corazón en lenguas muertas.
Aprender a vivir
continuamente:
ser los discípulos de un profesor
que no da títulos
que ejerce una sabiduría
provisora y saludable:
ser los aficionados al conocimiento
los aprendices para siempre
los que morirán
ignorantes
de casi todo.
Los trescientos escalones (1976)
Francisca Aguirre
2 comentarios:
Aprender y aprender..., cuando las ganas de aprender cesan, las sombras se alargan hasta el infinito y todo se acaba.
Saludos
Francesc Cornadó
Que no nos falten nunca las ganas de aprender ni de asombrarnos.
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó
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