martes, 29 de marzo de 2022

Automóvil

Ilustración de Andreas M. Wiese.

Automóvil
Una cantata de bocina.
Gusano de luz por la calle sombría.
Los ojos relucientes bajo la noche fría.
Reptil de la ciudad que raudo se desliza.

Inquietudes (1926)
Concha Méndez

Automóvil

Ilustración de Andreas M. Wiese.

Automóvil
Una cantata de bocina.
Gusano de luz por la calle sombría.
Los ojos relucientes bajo la noche fría.
Reptil de la ciudad que raudo se desliza.

Inquietudes (1926)
Concha Méndez

sábado, 26 de marzo de 2022

Insistencias en Luzbel

Francisco Brines. Insistencias en Luzbel.


 Luzbel

Descifremos el mito:
el Ángel es la nada;
Dios, el engaño.
Luzbel es el olvido.

Definición de la nada

No se trata de un hueco, que es carencia,
ni del reverso de la luz;
pues todo lo que niega constituye.
Tampoco del silencio, que aunque no es supresión,
difunde en un sinfín naturaleza extensa.
Porque hablamos desde este fiel engaño de la ficción de la palabra
podemos enunciar esta pausa solemne:
no se trata de la existencia cierta del concepto de Dios como Imposible.
Ni siquiera es tampoco la previa negación de alguna insuficiencia.

Lo pensáis como un frío, más esa es vuestra carne.
No afirma y nada niega su firme coherencia.

Los sinónimos

Más allá de la luz está la sombra,
y detrás de la sombra no habrá luz
ni sombra. Ni sonidos, ni silencio.
Llámalo eternidad, o Dios, o infierno.
O no le llames nada.
Como si nada hubiera sucedido.

Insistencias en Luzbel (1977)
Francisco Brines

Insistencias en Luzbel

Francisco Brines. Insistencias en Luzbel.


 Luzbel

Descifremos el mito:
el Ángel es la nada;
Dios, el engaño.
Luzbel es el olvido.

Definición de la nada

No se trata de un hueco, que es carencia,
ni del reverso de la luz;
pues todo lo que niega constituye.
Tampoco del silencio, que aunque no es supresión,
difunde en un sinfín naturaleza extensa.
Porque hablamos desde este fiel engaño de la ficción de la palabra
podemos enunciar esta pausa solemne:
no se trata de la existencia cierta del concepto de Dios como Imposible.
Ni siquiera es tampoco la previa negación de alguna insuficiencia.

Lo pensáis como un frío, más esa es vuestra carne.
No afirma y nada niega su firme coherencia.

Los sinónimos

Más allá de la luz está la sombra,
y detrás de la sombra no habrá luz
ni sombra. Ni sonidos, ni silencio.
Llámalo eternidad, o Dios, o infierno.
O no le llames nada.
Como si nada hubiera sucedido.

Insistencias en Luzbel (1977)
Francisco Brines

lunes, 14 de marzo de 2022

El faro por dentro

Menchu Gutiérrez. El faro por dentro.

En realidad no somos tan distintos. ¿Recuerdas la secuencia? ¿La historia de la luz del faro?
Primero fue el fuego de leña, que se acarreaba al punto más alto de la torre, las hogueras a cielo abierto; luego se prendieron hogueras de carbón, que algunos navegantes confundían con la luz de una estrella. También, bajo la recién nacida cúpula de la linterna, ardieron una mecha de algodón empapada en aceite y un hachón embadurnado de brea. Los barcos se guiaron por la luz de las velas, de las lámparas de petróleo y de gas que precedieron el alumbramiento del ojo eléctrico. El faro se derrumbó y volvió a levantarse, más alto, más firme, más distante también. Sin embargo, incluso ahora, sabiendo que tras las lentes talladas brilla una bombilla de incandescencia, crees ver el fuego original, o sientes su antigua presencia, cuando, desde la distancia, la linterna del faro parece tantas veces el sagrario de una iglesia.
Que no se apague la luz, ésa es la servidumbre vital del guardián de la torre; no puedes dejar que la luz se apague, igual que no puedes dejar de beber o de dormir.

Acababa de oscurecer cuando empezaron a llegar, como el oleaje a la playa, las voces encadenadas de todos los habitantes del faro; un viaje inverso en el tiempo: primero, voces recientes, tan nítidas que podrían ser de ayer; mi propia voz que anunciaba a alguien la próxima mudanza; luego, más oscuras y fragmentadas, fueron haciendo su aparición voces antiguas; unas tras otras, hasta la primera, el eslabón inaugural de la cadena, una voz equivalente al primer crujido que emite un entablado de madera verde al secarse. Su mensaje fue claro: igual que tú, sólo fuimos huéspedes.

El faro por dentro (2011)
Menchu Gutiérrez 

El faro por dentro

Menchu Gutiérrez. El faro por dentro.

En realidad no somos tan distintos. ¿Recuerdas la secuencia? ¿La historia de la luz del faro?
Primero fue el fuego de leña, que se acarreaba al punto más alto de la torre, las hogueras a cielo abierto; luego se prendieron hogueras de carbón, que algunos navegantes confundían con la luz de una estrella. También, bajo la recién nacida cúpula de la linterna, ardieron una mecha de algodón empapada en aceite y un hachón embadurnado de brea. Los barcos se guiaron por la luz de las velas, de las lámparas de petróleo y de gas que precedieron el alumbramiento del ojo eléctrico. El faro se derrumbó y volvió a levantarse, más alto, más firme, más distante también. Sin embargo, incluso ahora, sabiendo que tras las lentes talladas brilla una bombilla de incandescencia, crees ver el fuego original, o sientes su antigua presencia, cuando, desde la distancia, la linterna del faro parece tantas veces el sagrario de una iglesia.
Que no se apague la luz, ésa es la servidumbre vital del guardián de la torre; no puedes dejar que la luz se apague, igual que no puedes dejar de beber o de dormir.

Acababa de oscurecer cuando empezaron a llegar, como el oleaje a la playa, las voces encadenadas de todos los habitantes del faro; un viaje inverso en el tiempo: primero, voces recientes, tan nítidas que podrían ser de ayer; mi propia voz que anunciaba a alguien la próxima mudanza; luego, más oscuras y fragmentadas, fueron haciendo su aparición voces antiguas; unas tras otras, hasta la primera, el eslabón inaugural de la cadena, una voz equivalente al primer crujido que emite un entablado de madera verde al secarse. Su mensaje fue claro: igual que tú, sólo fuimos huéspedes.

El faro por dentro (2011)
Menchu Gutiérrez 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Las campañas de mayo

Julio Martínez Mesanza. Las trincheras.

Otros recuerdan los jardines falsos
del amor y los días en que amaron
o creyeron amar, y otros, los libros
que leían de niños y marcaron
su vida para siempre, ya que nunca
pudieron entender cómo es el mundo.
Y todos se consuelan de esta forma
e incluso se entusiasman cuando sienten
que la memoria puede moldearse
a voluntad y dar lo que no daban
el amor, los jardines y los libros.
Yo recuerdo las cosas que no hice:
las campañas de mayo sobre todo.

Las trincheras (1996)
Julio Martínez Mesanza

Las campañas de mayo

Julio Martínez Mesanza. Las trincheras.

Otros recuerdan los jardines falsos
del amor y los días en que amaron
o creyeron amar, y otros, los libros
que leían de niños y marcaron
su vida para siempre, ya que nunca
pudieron entender cómo es el mundo.
Y todos se consuelan de esta forma
e incluso se entusiasman cuando sienten
que la memoria puede moldearse
a voluntad y dar lo que no daban
el amor, los jardines y los libros.
Yo recuerdo las cosas que no hice:
las campañas de mayo sobre todo.

Las trincheras (1996)
Julio Martínez Mesanza

martes, 8 de marzo de 2022

Ensayo general

Francisca Aguirre. Ensayo general. Poesía reunida. 

Los bienaventurados

                           ... ellos poseerán la tierra

Los fieles, los constantes,
los condenados a lo eterno,
los asombrados de una sola vez,
los que sólo confían en el miedo,
los que edifican sobre el desengaño,
los cuidadosos que cosechan paso,
los fareros de la rutina,
los cómplices tenaces del trabajo,
los que se mueren razonablemente,
esos que en tantas ocasiones
desearían con urgencia
que hubiese un dios al que pedir socorro.

Ensayo general. Poesía reunida (1966- 2017)
Francisca Aguirre 

Ensayo general

Francisca Aguirre. Ensayo general. Poesía reunida. 

Los bienaventurados

                           ... ellos poseerán la tierra

Los fieles, los constantes,
los condenados a lo eterno,
los asombrados de una sola vez,
los que sólo confían en el miedo,
los que edifican sobre el desengaño,
los cuidadosos que cosechan paso,
los fareros de la rutina,
los cómplices tenaces del trabajo,
los que se mueren razonablemente,
esos que en tantas ocasiones
desearían con urgencia
que hubiese un dios al que pedir socorro.

Ensayo general. Poesía reunida (1966- 2017)
Francisca Aguirre