miércoles, 6 de septiembre de 2023

Epitafio

Friedrich Nerly. Terraza en Roma, con epitafio.

Cuando supo que se acercaba la hora, se decidió a escribir su epitafio. Para ser recordado en el lugar donde vivió siempre, para plasmar algún pensamiento agradable o simplemente para despedirse. Quería dejar algo. Lo necesitaba. Como una especie de consuelo ante su inminente partida.
No sabía qué le esperaba allí, del otro lado. Por más leyendas o historias que supiera, lo aterraba el hecho de comenzar su último viaje sin saber el destino.
Al fin tuvo la frase exacta entre sus labios y sólo en ese momento sintió que podía partir. Tranquilo, ligero de equipaje y sin cuentas pendientes. Cerró los ojos, y luego de esos nueve meses que le parecieron eternos, nació.

Epitafio
Gonzalo Salesky

2 comentarios:

Ulises dijo...

👍

Higinio dijo...

Es un microrrelato rotundo, redondo.

Un fuerte abrazo, amigo Ulises