martes, 2 de diciembre de 2008

Yegua tracia

Anacreonte
Fragmento 88
Yegua tracia, ¿por qué huyes de mí sin piedad
mirándome de costado? ¿Crees que ya no sirvo para nada?
Sabe que podría colocarte el bocado con facilidad
y, sosteniendo las riendas, hacerte girar en el mojón de la carrera.
Ahora, en cambio, pastas en el prado saltando, retozando,
porque no tienes jinete experto que te monte .
Fragmento 88
(Entre Afrodita y Eros
Sel. Trad. y notas Wenceslao Maldonado)

Anacreonte

2 comentarios:

Gavilán dijo...

Me deleitas con los clásicos, Ar Lor.

Ar Lor dijo...

Gracias, Gavilan. Anacreonte es uno de los clásicos con los que me identifico.