Fragmento 88Fragmento 88
Yegua tracia, ¿por qué huyes de mí sin piedad
mirándome de costado? ¿Crees que ya no sirvo para nada?
Sabe que podría colocarte el bocado con facilidad
y, sosteniendo las riendas, hacerte girar en el mojón de la carrera.
Ahora, en cambio, pastas en el prado saltando, retozando,
porque no tienes jinete experto que te monte .
(Entre Afrodita y Eros
Sel. Trad. y notas Wenceslao Maldonado)
Anacreonte
2 comentarios:
Me deleitas con los clásicos, Ar Lor.
Gracias, Gavilan. Anacreonte es uno de los clásicos con los que me identifico.
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