domingo, 3 de octubre de 2010

Los Nueve Mil Millones De Nombres De Dios

Himalaya by night de gyst
    —¡Míralo! ¡He ahí una visión agradable! Semejante a una minúscula cruz de plata, el viejo avión de transporte D.C. 3 acababa de posarse allá aba­jo, en el pequeño aeródromo improvisado. Esta visión daba ganas de beber un buen trago de whisky helado. Chuk empezó a cantar, pero se interrumpió de pronto. Las montañas parecían restarle ánimos.
Georges consultó su reloj.
    —Estaremos en el llano dentro de una hora —dijo. Y añadió—: 
¿Crees que habrá terminado el cálculo?
Chuk no respondió, y Georges levantó la cabeza. Vio que el rostro de Chuk estaba muy pálido, vuelto hacia el cielo.
    —Mira —murmuró Chuk.
Georges, a su vez, levantó los ojos.
Por última vez, encima de ellos, en la paz de las al­turas, las estrellas se apagaban una a una...
Los Nueve Mil Millones De Nombres De Dios
(De El Retorno de los brujos)
Arthur C. Clarke

3 comentarios:

Gavilán dijo...

"El doctor Wagner se contuvo haciendo un esfuerzo. La cosa tenía mérito. Después dijo:
-Su pedido es un poco desconcertante."

En el relato de Clarke los monjes tibetanos llegan a conocer los Nueve Mil Millones De Nombres De Dios gracias a la Máquina de calcular, y el mundo empieza a apagarse... Pero nunca se apagará la impronta que dejó su lectura sobre "nosotros".

Saludos Ar Lor

Ar Lor dijo...

Es posible que exista una cifra secreta y que alcanzada dicha cifra, el universo empiece a desconectarse.
Así mismo sabía que "Los Nueve Mil Millones...", te conectarían.
Loadas sean tus palabras, Gavilán

Gavilán dijo...

Gracias, hermano. ¡Cómo me conoces!