martes, 11 de marzo de 2008

Kahú

Le debía a mi perro más de lo que me debía él a mí. Kahú, se llamaba, un mil razas más listo que el pícaro zagal de El lazarillo de Tormes. Era mi compañero de viajes, siempre de aquí para allá, del frío al calor, de la luz a la sombra. ¡Cómo me quería! ¡Y cómo olvidar aquella respuesta, en dos modulados ladridos, a la pregunta que le hice mientras comíamos de la misma tartera frente al lago Ikón, un més antes de que le atropellara un loco sobre una moto.
-Kahú, ¿crees que tal vez debería tomar mujer? Tengo 58 años, y...
-Guau, guau- respondió, es decir: -La próxima vez, ¿podrías poner menos sal a la comida?
Murió hace seis años. Yo sigo soltero. Dejé la sal.
"Kahú"

5 comentarios:

Gavilán dijo...

Para Ar Lor, con un abrazo.

Ar Lor dijo...

Gracias Gavilán y gracias a todos.

Ar Lor dijo...

Le debía a mi perro más de lo que me debía él a mí.
¡Cómo me quería!
Dejé la sal.
Necesito leer "Kahú".

Gavilán dijo...

Kahú es todos los perros, es la lealtad sobre cuatro patas. Qué te voy a decir que no sepas ya, Ar lor.

Ar Lor dijo...

Desde luego. Kahú ha hecho mas llevadera mi pena.Gracias.