Cuando viajamos, nos encontramos con la clase de personas que en nuestro propio país procuraríamos evitar aunque hubiésemos de correr un kilómetro. El placer de escuchar y hablar un idioma extranjero es la causa de que ellas no nos aburran. Todo cuanto dicen nos parece reciente e interesante porque emplean palabras nuevas, mientras que nosotros nos sentimos también inspirados como poetas cuando en un instante feliz conseguimos farfullar unos cuantos lugares comunes. Ésta es una de las cosa que hacen tan estimulante el viajar; y otra es que cuando encontramos a alguno de nuestros compatriotas le miramos de forma diferente, quizás algo más crítica. Uno debe ir al extranjero si desea tener una buena perspectiva para la contemplación de su propio país.
Traducción de Manuel Vázquez
Gerald Brenan
1 comentario:
Hablando de los españoles el hispanista Gerald Brenan nos cuenta lo siguiente: "Cuando ocupan su mesa en la terraza del café, sus ojos registran como en una placa fotográfica a cada paseante que desfila por allí,pero en un plano más profundo ellos están escuchando el rumoreo de su propio vivir".
Recuerda con agrado en sus viajes por España lo que un viejo campesino le manifestó cierta vez:"Dicen que este sol es el mismo que ves en todo el mundo...,¡pero no me extrañaría que hubiese dos!".
Publicar un comentario