"-¿Qué tiempo tenemos? -le pregunto.
-Viento de garbino, suave, el viento que nos conviene para emprender la marcha.¡Levántate! ¡de prisa! No me hagas sufrir más...
Los fachendas del país, tan incómodos, siempre sufren por la incomodidad de los demás.
-¿Y adónde queréis ir?
-Tenemos que ir a Francia, bordeando la costa, con el bote de los Prim. Ya lo tengo todo dispuesto, y la embarcación está a punto de hacerse a la mar, en el Canadell, ¿no habíamos quedado así la última vez?
-¿ya sabéis que la guerra todavía no ha terminado? - le digo con cierta seriedad.
-¡Déjate de guerras!¿Quién quieres que se meta con nosotros? Mal no facis, mal no prenguis. Además tenemos que darles una lección,y vamos a dar la campanada.
La gente se pasa la vida intentando dar campanadas.
-¿Y qué lección vamos a dar, pobres de nosotros?. No me vengáis con lecciones de ninguna clase...
-¡Si, hombre! les demostraremos que también se puede ir a Francia a remo y a vela. Hoy todo el mundo posee embarcaciones de motor, todo el mundo se ha vuelto valiente y audaz. Al anochecer, cuando pasan por Aiguaxellida, los pistones me aturden. Me estropean las noches. Hemos de luchar. El bote de los Prim es pequeño, de veintiún palmos, pero es muy marinero. Le he puesto un botalón, he guindado la vela y haremos lo que nos venga en gana.
-¿Y qué hay del pronostico?
-Ya tengo el calendario en el capazo. Lo compré en el mercado.
-¿Y qué vamos a hacer con el pronóstico del calendario?
-Pero, si no crees en el calendario, ¿en qué quieres creer?
-¿Y tenemos papeles?
-Llevo la documentación...
-Pero la documentación que tenéis es muy poca cosa.
-Tan poca cosa como quieras. Sólo vale para pescar al volantín delante de casa.
-De modo que pretendéis ir a Francia sin ningún papel, sin ningún despacho, así, con las manos en los bolsillos...
-Claro...Como siempre se ha ido..."
-Viento de garbino, suave, el viento que nos conviene para emprender la marcha.¡Levántate! ¡de prisa! No me hagas sufrir más...
Los fachendas del país, tan incómodos, siempre sufren por la incomodidad de los demás.
-¿Y adónde queréis ir?
-Tenemos que ir a Francia, bordeando la costa, con el bote de los Prim. Ya lo tengo todo dispuesto, y la embarcación está a punto de hacerse a la mar, en el Canadell, ¿no habíamos quedado así la última vez?
-¿ya sabéis que la guerra todavía no ha terminado? - le digo con cierta seriedad.
-¡Déjate de guerras!¿Quién quieres que se meta con nosotros? Mal no facis, mal no prenguis. Además tenemos que darles una lección,y vamos a dar la campanada.
La gente se pasa la vida intentando dar campanadas.
-¿Y qué lección vamos a dar, pobres de nosotros?. No me vengáis con lecciones de ninguna clase...
-¡Si, hombre! les demostraremos que también se puede ir a Francia a remo y a vela. Hoy todo el mundo posee embarcaciones de motor, todo el mundo se ha vuelto valiente y audaz. Al anochecer, cuando pasan por Aiguaxellida, los pistones me aturden. Me estropean las noches. Hemos de luchar. El bote de los Prim es pequeño, de veintiún palmos, pero es muy marinero. Le he puesto un botalón, he guindado la vela y haremos lo que nos venga en gana.
-¿Y qué hay del pronostico?
-Ya tengo el calendario en el capazo. Lo compré en el mercado.
-¿Y qué vamos a hacer con el pronóstico del calendario?
-Pero, si no crees en el calendario, ¿en qué quieres creer?
-¿Y tenemos papeles?
-Llevo la documentación...
-Pero la documentación que tenéis es muy poca cosa.
-Tan poca cosa como quieras. Sólo vale para pescar al volantín delante de casa.
-De modo que pretendéis ir a Francia sin ningún papel, sin ningún despacho, así, con las manos en los bolsillos...
-Claro...Como siempre se ha ido..."
Jose Plá
Un viaje frustrado
Un viaje frustrado
2 comentarios:
¡Or dago!
"-De modo que pretendéis ir a Francia sin ningún papel, sin ningún despacho, así, con las manos en los bolsillos...
-Claro...Como siempre se ha ido..."
¡Que tiempos aquéllos en que se invadía sin papeles!
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